sábado, 23 de mayo de 2009

Yo soy esa


Soy nuestra amiga, aquella a la que su marido abandonó un sábado por la noche, dejándola con una niña de menos de dos años para marcharse con una compañera de trabajo. Soy la tonta que espera todas las noches con la cena caliente a alguien que se tuvo que quedar a trabajar hasta tarde. Soy tu madre, abandonada por una mujer veinte años más joven, y tu abuela, la que veía marcharse a tu abuelo cada mañana para encontrarse con su amante. La mujer de tu hermano, engañada antes de la boda, y las de tus tíos, soportando correrías por el tributo a una vida cómoda, en el fondo tú lo llevas en la sangre. Soy la mujer del practicante que llamaba todos los días a la otra desde la cabina del centro del pueblo cuando los móviles no existían. Soy también tu expareja, engañada mil y una veces, con la excusa de tus torneos y tus compromisos. Mi amiga la que después de dos años de relación se enteró de que su novio tenía novia formal desde el instituto. Mi excuñada, cuyo marido se fue con una tía la que había conocido por internet dejándola llena de deudas. La madre de mi amiga, que se quedó sola con tres hijos cuando el marido se marchó con una puta que había conocido en un burdel de carretera.


Soy todas esas mujeres que durante años han sido y son engañadas cada día. Soy una más.


Por eso lo hago, Antonio. Porque ya estoy harta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sí, hija, todas esas y otras muchas. Ellos son así.

Ánimo